Heraldo Aragón, 23 de abril de 2010
(...) Pero, mientras que la ingesta de carne convierte a los zombis en unamasa indiscriminada, “la presunta misión del consumo en las personas es hacernos felices y únicos. Se trata de una promesa incumplida, porque el sistemaestá basado en una producciónmasiva-en cualquier momento te puedes cruzar por la calle con alguien que lleve tu misma camiseta-, y porque si se cumplen sus promesas (...)