Ante una nueva estética de los supermercados:
Los supermercados se resienten ante el consumo irrefrenado y arbitrario de la gente, como consecuencia del miedo ante las huelgas de los transportistas. El vacío que encontrarmos en las distintas estanterías no se debe a la prolongación de la reivindicación, pues muchas de las existencias y stocks se liquidaron el primer día que ésta se anunció.
¿Qué nos ocurrirá a los zombis cuando ya no haya nada que consumir?
¡Se recomienda no iniciarse en el canivalismo, por favor!.
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