El Correo, 8 de febrero de 2014
'Podría contestar de dos maneras opuestas e igualmente efectivas. El arte no aporta
nada y lo aporta todo. El arte, al igual que la poesía, nos ofrece la posibilidad de desmantelar el lenguaje para crear otro lenguaje, desmantelar el ser y eternizar el instante,
llevarlo más allá del tiempo. La misma sed de espíritu que anima a la poesía impulsa la necesidad del arte que nos ofrece la posibilidad de dárnoslo todo entregándonosmuy
poco, casi nada.'