Concordia, un mundo pacífico, desarrollado y casi utópico, ha concedido el asilo a tres habitantes del planeta Mirguissa. Mientras espera en el espaciopuerto de su ciudad, el concordiano Einer recuerda la primera vez que contactó con los tres mirguissianos que van a aterrizar. Einer y su compañera Odri fueron exploradores antropólogos en aquel planeta de montañas agrestes, donde conocieron el rito de las vergines, muchachas vírgenes que, por decisión propia o porque se ven obligadas, se convierten en hombres y desde ese momento son reconocidas como tales. Ese rito ha afectado directamente a los viajeros que llegan.