El Correo, 5-3-2016
(...) Hace unos años, la productora Consonni también organizó unas visitas guiadas a estas instalaciones que ya nunca volverán a servir para los fines con los que se crearon y editó un libro, ‘Vuelven las atracciones’, sobre este ejemplo del mal cálculo de los gustos de los ciudadanos. Esa publicación y la hemeroteca serán lo poco que perdure de unos edificios cuya custodia ha costado 200.000 euros cada año. (...)
Bizkaia, 7 de septiembre de 2011
(...) Queríamos reivindicar la ruina contemporanea como elemento de arte, exhibición y diversión. Para nosotros era muy importante reflejar que el parque de atracciones es un edificio típico de la época en la que se construyó, en la que se quiso trasladar y vender el ocio al público en general (...)
MondoSonoro, Marzo de 2011
(...) No hace falta retocar el parque ni limpiarle la cara para descubrir un lugar que simboliza la exuberancia de un Bilbao pletórico en los setenta y un Bilbao de sueños rotos en los ochenta en plena crisis (...)
Gara, 14 de enero de 2011
(...) Un programa de visitas guiadas en grupos reducidos permitiría entrar en el parque cerrado desde 1990. Durante el recorrido, el paso del tiempo y el deterioro son vistos no como un problema, sino como un potencial que genera nuevas situaciones, nuevos paisajes; en definitiva,
otras atracciones que el paso del tiempo había creado. (...)
Periódico Bilbao, Enero 2011
(...) En el año 2007, el viejo parque abrió sus puertas de nuevo gracias a un proyecto de la artista Saioa Olmo, producido por consonni. No se trataba de restaurar las atracciones con el brillo inocente del primer día, sino de algo más complejo y sútil: explorar el territorio emocional que se extiende y crece entre sus ruinas (...)