¿Por qué mi madre no entiende a que me dedico?

Cuando me preguntan en qué trabajo yo respondo con la etiqueta oficial: “En una productora de arte contemporáneo”. Habitualmente, esto suele sonar muy, pero que muy raro. De hecho, la mayoría de la gente no sabe que este tipo de estructura existe. En primer lugar esto se debe a que consonni es una forma de vida muy poco extendida, creo que no hay en todo el Estado otra cosa igual. Por tanto, la singularidad del trabajo de consonni y su restringida popularidad es un problema para comprender en qué consiste mi labor. Cuando detecto la cara de estupefacción en mis interlocutores, rápidamente trato de simplificar: “Se trata de un modo de producción cultural”, les digo. “Aaaaahhh”-responden. Probablemente, siguen sin entender a qué me refiero, nunca han oído hablar de ello, pero por lo general, no preguntan más detalles.
Los más curiosos sí que replican: “Ah, ya, ya… quieres decir en una productora de cine ¿no?” – será que les suena que he estudiado audiovisuales y entonces, hacen esta asociación de ideas… Pero, no; no trabajo produciendo películas. Aunque la labor de producción es prácticamente igual en cine, radio, tv o arte contemporáneo… obviamente, cada sector tiene sus particularidades, pero en esencia es lo mismo. Se trata de sacar adelante un proyecto, desde la idea, a la financiación pasando por la comunicación y su difusión. Y es que, actualmente, el arte más que comercializarse, se difunde; sobretodo en este ámbito de producción inmaterial en el que consonni encuentra sus raíces. En esta sociedad postfordista, la parte más importante del trabajo ya no es producir bienes materiales sino la producción intelectual y afectiva, nutrir nuestras necesidades de sentido y deseo, de significado y placer. Aunque consonni sea una entidad completamente contemporánea, aunque sea fruto de la lógica del presente, aunque tenga miles de razones para existir, la difusión no es tan fácil pues las industrias culturales (plenamente unidas a las del ocio y el entretenimiento) son la corriente dominante y además, en el mundo del arte predomina el valor de cambio de las obras de arte así como su patrimonialización por diferentes instituciones sean éstas museos, coleccionistas o galerías. Las entidades clásicas del mercado artístico no son interesantes para consonni que se articula como una forma de crítica, reflexión y análisis social a través de la acción del arte.
¿Os imagináis la cara que puso mi prima cuando le dije que no podía ir a su boda porque ese mismo día iba a ser la Marcha Zombi? Yo le expliqué la importancia y significado de toda la idea, hice un especial hincapié en el carácter social y participativo de los proyectos de consonni pero… sé que me tomó por loca. Lo que quiero decir con esto es que es difícil hacer entender que se produce un arte contemporáneo antagónico al cuadro colgado en la pared del museo, que casualmente, es lo que casi todo el mundo entiende por arte. Este es el quid de la cuestión, que todavía se necesita un soporte material para etiquetar y definir lo que es arte y lo que no. La escultura y la pintura, no hay duda, eso es arte; pero una marcha zombi por las calles de Barakaldo es una chorrada para algunas mentes ancladas en una concepción tan encarcelada como caduca del arte contemporáneo. Por eso nadie entiende a qué me dedico y por su puesto, nadie confía en que pueda prosperar trabajando en una “no sé qué de arte”…
¿Por qué hoy se continúa necesitando un certificado objetual para decidir qué es arte y qué no? No tiene sentido, hoy. Hoy que vivimos entre redes inalámbricas de telecomunicación, energías invisibles y poderes que ni se ven ni se tocan.
Los más interesados, como por ejemplo mi madre que es una señora de 67 años, siguen interrogándome para lograr entender qué estoy haciendo con mi vida. Si veo que hay un interés real, entonces les explico de cabo a rabo de qué va consonni, depende de lo habladora que esté ese día, la descripción puede durar entre 5 y 25 minutos porque para clarificar la definición suelo comentar alguno de los últimos o próximos proyectos, las tareas cotidianas en la oficina, mi implicación personal, etc.
Por todo esto que he comentado hay tan pocas estructuras como consonni y por eso tengo que explicar una y otra vez a qué me dedico…
Resumiendo… sólo hablo cuando me preguntan.

 MSR

Imagen
¿Por qué mi madre no entiende a que me dedico?