EXTRARRADIO

La semana pasada el equipo consonni nos dividimos para acudir a las jornadas de “EXTRARRADIO. Reflexiones sobre las prácticas artísticas actuales más allá del centro”  un curso coordinado por Cabello/Carceller en el Centro Cultural Montehermoso (Vitoria)

Se trataba de profundizar sobre los nuevos modos de producción, presentación y distribución del arte que actúan (o parecen que actúan) desde los márgenes. Para lo cual se habló del centro dado que los márgenes se articulan en base al eje discursivo hegemónico y viceversa. Y bueno, el propio Montehermoso o la mayoría de ponentes no parecen precisamente ejemplos de extraradio. En un momento de la comida, hubo un chiste en que alguien dijo 'yo más que extraradio' me siento 'radio' pues yo 'extra' le contestó otra persona. La propias Cabello/Carceller en la presentación se posicionaron ante la situación expresamente marginal que la crítica de arte les había posicionado y hablaron de la innecesaria etiqueta de 'arte político'. Ya que todo arte es en sí mismo político.

Centro y periferia se definen uno según el otro. La complicidad entre el centro y el extrarradio es necesaria para lograr la estabilidad de los dos ámbitos, y Vasif Kortum ya explicó que es muy difícil que la periferia se emancipe.

De alguna manera, se complementan aunque se lleven la contraria. El centro no es inmóvil y tampoco puede asociarse a una institución en concreto, si acaso sería una ideología, un discurso, una concentración de poder, decía Arakis. Por tanto, tal y como comentó Barbara Borcic, la actividad de los márgenes serán todas zonas grises, lo esencial de la vida social, lo constitutivo y la forma en que las instituciones centrales se normalizan. En la práctica vemos cómo no existe un centro único o un extrarradio exclusivo sino que hay multitud de centros y cientos de periferias. ¿Qué es un centro? El artista Daniel Andujar los encuentra allá donde se produzca un proceso cultural.
El artista cubano Carlos Garaicoa habló de los límites de la periferia dejando claro al mismo tiempo que los centros también tienen los suyos. Apelaba a la creación de nuevos valores sociales por los que las generaciones futuras puedan saltar el circuito masivo del arte y tomar nuevas posiciones simbólicas; reeducar para subvertir el centro como espacio de los estereotipos, discursos predominantes, clichés… En consecuencia, para él la relación centro-periferia es un compromiso personal.

Interesante fue escuchar trabajos tan próximos y conocididos por nosotras que coemntó Leire Vergara explicando su trayectoria a través de DAE o actualmente en Rekalde. Al resto de ponentes, lamentablemente no pudimos escucharles y con las ganas nos quedamos de oir a Nuria Enguita o Asier Mendizabal.
El estar en esta jornadas nos ha hecho hablar largo y tendido sobre la cuestión de centro y periferia en relación a la misma consonni dentro del equipo. Encontramos cierta flexibilidad del centro y la periferia según donde se marca el punto de vista. Hay gente que posiciona a consonni en la perfieria y quien lo hace en el centro...lo cual no deja de tener su gracia irónica, claro está.

El sistema y el centro no tienen porqué ser siempre los mismos y de hecho, parte del trabajo de consonni es precisamente analizar el sistema o sistemas a los que pertenece. consonni,  ha colaborado con diversidad de cómplices que se autoconsideran periferia, del centro o del centro de la periferia e incluso con quien quiere estar fuera de todo mapa (si es que eso es posible). consonni procura estar atenta, pregnante y receptiva a las ideas y prácticas que propone una actividad artística fuera del mercado especulativo dominante (aunque siendo consciente de que el mercado tiene una capacidad impresionante de embullirlo todo).

No está claro qué es centro y qué periferia pero parece más importante  saber donde se situa cada cual (aunque con cierta conciencia de relativismo y movilidad). consonni no se coloca en el margen y es que además, el margen del sistema no existe; el sistema (o sistemas) lo impregna todo pero consonni al menos intenta ubicarse en esos sistemas, encontrar su lugar y a veces incluso logra adoptar esos sistemas a las peculiaridades propias de consonni. siendo una bicha rara, conseguir que las estructuras reificadas se amolden, se reblandezcan y con cierta baselina, se adopten a una, resulta un logro de lo más placentero. Además, como cualquier cuestión identitaria, exigir una preferencia absoluta entre centro y periferia o colocarse en un sitio o en otro como emblema resulta complicado y a veces incluso ridiculo y no dejar de ser de nuevo un juego de binarismos que tanto nos remite a lo patriacal. Ante eso la dualidad, seduce más, la posibilidad de la ambivalencia. Son más interesantes los saltos y las volteretas.

Y mmm... mientras nos rascamos el mentón... siguiendo con la reflexión... un sentido más territorial, consonni sí que está intentando hacer una imnersión en el extraradio como alternativa a Bilbao (como centro) para descentralizar o desterritorializar las prácticas artísticas y extender los lugares de intervención. Por eso estamos modulando una colaboración con IDENSITAT en Euskadi. Pero claro, este ya es otro tema. ES que centro y periferia como debate dan para mucho... y más...

 

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