LE PARODY




La pregunta: ¿Cómo, desde tu experiencia y perspectiva, las prácticas artísticas construyen esfera pública?

Creo que toda práctica artística es pública porque el arte es una forma de comunicación y en toda comunicación es fundamental tanto la emisión como la recepción por parte de alguien. En el momento en el que hay un público, se está construyendo algo. La separación entre esfera privada y esfera pública me parece algo específico de nuestra época, es una construcción un poco artificial, dada por cómo se vive ahora socialmente. Precisamente en el arte, se ve cómo la comunicación es la misma ya sea para un grupo reducido de personas conocidas como para un grupo más grande de personas desconocidas. Quizás esa sea una de las particularidades que tiene el arte construyendo tejido social o relaciones: que no hace tanta diferencia entre una esfera y otra. Reflexionando sobre las esferas pública y privada, identificamos modos de comunicación muy específicos que se asocian a cada una de ellas: la privada sería más afectiva y la pública sería casi exclusivamente discursiva. En ese sentido, el arte se da en otra dimensión que está entre lo afectivo y lo discursivo, y que es imprescindible para la construcción de redes sociales.

Mi experiencia artística la vivo como música. La música tiene esta parte escénica tan gustosa, los conciertos, en los que esta comunicación se hace muy evidente porque es quizás menos rígida que la que puede darse en el teatro, el cine o en otras artes de escena. El público puede tener un rol más activo; se mueve, baila, canta, habla… En un concierto se puede ver claramente cómo se está produciendo algo que ya es en sí mismo constructivo: gente que se junta en un sitio en torno a un interés común y se relaciona con ello. No es un acto aislado, sino que transforma o involucra a la gente. Eso es algo clave, y es extrapolable a las otras artes. Incluso cuando no se trata de comunicación directa, cuando haces un disco y alguien lo escucha en su casa, también estás incidiendo en la construcción de un vínculo. Eso es lo que a mí me provoca el arte, ya no sólo como música, sino también como receptora. Son momentos de placer muy puro y desinteresado. No es discurso, no es afecto, es un intercambio que fluye de otra forma y a mí me hace querer comunicarme con la gente, me provoca un movimiento.

Hay una diferencia entre arte y entretenimiento. Para mí las experiencias artísticas son experiencias muy constitutivas, no se trata de ir a un sitio a que te cuenten algo y luego volver a tu casa a hacer tus cosas. El arte transforma, y creo que eso es algo fundamental para la creación de lo público, o de lo social (si no queremos diferenciar público de privado).