Desde Holanda, nos ha recordado Iratxe Jaio que en marzo va a tomar protagonismo en Bilbao un tema que ha nutrido de contenidos, divagaciones y reflexiones el proyecto 'Quedense dentro y cierren las ventanas', lo carnavalesco, el carnavalismo.
En el blog de Aimar Arriola podemos leer: 'Coincidiendo con la semana de actividades públicas de 'If I Can’t Dance, I Don’t Want to Be Part of Your Revolution' de la sala Rekalde, en las sesiones de marzo (días 9 y 10) del grupo de lectura vinculado al proyecto, trabajaremos la noción de “carnavalesco” de Bakhtin para aproximarnos a diferentes formas actuales de carnaval como acción política.'
En las sesiones, Arriola proyectará el trabajo en vídeo de Marcelo Exposito 'La imaginación radical (carnavales de resistencia)' (2004), cedido para la ocasión por el artista.
Justo escribiendo esto, se puede escuchar el griterío y la música de celebración. Carnavales en el barrio. Este momento heredado de estas sociedades católicas en las que vivimos, donde cierto descontrol está permitido tras la máscara. Qué aburrido parece el descontrol permitido y sin embargo qué seductora la carnavalización de lo cotidiano, de lo supuestamente serio. El activismo y la militancia vestidos de purpurina como formas contemporáneas de acción.
Así que la máscara que Irving Goffman (el sociólogo de lo cotidiano) dice nos construimos a partir de pautas culturales propiamente locales y cerradas en torno nuestras vivencias, puede desaparecer en el carnaval que Bakhtin construye como símbolo de lo colectivo, donde la comunidad se hace una. La máscara se come a la máscara en un desfile consciente de lo grotesco con consignas que ojalá no se marquen a fuego.
